Lorenzo Caraffi, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), reveló en un reciente informe del organismo que en materia humanitaria la situación en el país empeoró en 2022.

Precisó que el año pasado el organismo humanitario registró 515 víctimas de artefactos explosivos en Colombia, y de estas 56 fallecieron.

Señaló también que los equipos de la Cruz Roja en terreno, registraron 209 casos de desaparición con relación a los conflictos armados.

Asimismo, en el 2022, sucedieron 58.010 desplazamientos masivos y 123.220 individuales. 

En cuanto a los confinamientos, el organismo humanitario reveló que se presentaron 39.404. 

Más de 500 personas heridas dejaron los artefactos explosivos, de las cuales 56 fallecieron.

De los sobrevivientes 86 tuvieron acceso a sillas de ruedas, prótesis y otros elementos de rehabilitación física

"La presencia, uso y abandono de artefactos explosivos continúan generando múltiples consecuencias humanitarias como el confinamiento, el desplazamiento, las afectaciones psicológicas y la zozobra. Estas secuelas, aunque menos visibles que otros efectos, son igualmente graves porque transforman por completo y de manera profunda la vida de las poblaciones", cita el informe.

Caraffi también indicó que el actuar de la Cruz Roja permitió ayudar a 334.000 personas en medio de varias acciones como la entrega de alimentos y agua.

"El año pasado pudimos asistir con agua y alimentos a más de 74 mil personas confinadas o desplazadas. Obtuvimos las garantías para que nuestros equipos de salud atendieran a 382 personas heridas o enfermas, y a 1.170 víctimas sobrevivientes de violencia sexual en medio de la guerra. Nos permitió recuperar 39 cuerpos de personas dadas por desaparecidas para que pudieran ser devueltos a sus familiares, y que ellos pudieran darles un entierro digno. Además, participamos en la liberación de 63 personas en poder de grupos armados, y visitamos personas privadas de libertad en 11 cárceles del país", indicó el funcionario. 

Ante esta situación la CICR pidió a los actores armados, que dimensionen y reduzcan las consecuencias humanitarias que genera la presencia, uso y abandono de artefactos explosivos y los efectos directos e indirectos que tienen para la población civil.

"La realidad de los colombianos que viven en medio de los conflictos armados y la violencia sigue siendo compleja. Por eso, por medio de estas recomendaciones le queremos enviar un mensaje a las autoridades estatales, los actores armados y la sociedad civil", añadieron.